Con todo este mierdero
de paros por las condiciones económicas de los campesinos, pues muy chistoso
que cuando el TLC con EEUU se firmó, todo los uribistas salieron a decir que
“todo eso es obra del Expresidente Uribe; eso es el fruto de la labor suya”. Y
ahora que estallaron todas estas protestas ¿dónde mierdas están estos uribistas
para que reclamen la gran cagada? Salgan, a ver, digan alguna mierda.
Parece que a todo el mundo se le olvidó –incluidos ellos mismos-
que fue el mismo Uribe con Luis Guillermo Plata, Ministro de Comercio de ese
gobierno, y Carolina Barco, entonces embajadora en EEUU, los que hicieron como
1000 viajes para que les aprobaran la mierda que tiene a los campesinos
emputados y al país en crisis, y que todo el mundo le ha achantado al tonto de
Santos ahora que estalló el paro.
El mismo Plata dijo a
Semana: “el presidente Uribe ha venido varias veces, yo he hecho lo mismo y la
embajadora Carolina Barco ha 'maleteado' sin cansancio en el Congreso en
Washington para explicar los avances que ha hecho el país’". Haga clic aquí.
Y
cuando todo el puto mundo se puso a llorar porque el TLC no lo iban
a aprobar antes de que el periodo de Uribe se acabara, Plata dijo: “Queremos
ver acción. El Gobierno del presidente Uribe terminará el 7 de agosto. Para
nosotros es importante que terminemos nuestro período y que esto sea algo que
le dejamos a nuestro país como legado". Haga clic aquí.
¡Y qué legado! El que negoció esta mierda tiene al campo comiéndose lo que
cultiva en vez de estar vendiéndolo o exportándolo. Observe usted cómo funciona este legado nacional:
Uribe hace un Tratado de
Libre Comercio bajo el sofisma del “empleo y progreso” de la economía
colombiana, que resulta ser el negocio más chimbo para el campo nacional, que
es actualmente algo más del 60% de la población. O sea, él es el único hijue’
puta que hace un tratado para quebrar a más de la mitad del país.
El TLC ha transformado a
los campesinos de productores a consumidores de sus propios productos, porque
sus cultivos –caso del arroz, por lo pronto- ahora son ilegales y están
obligados a comprar semillas e insumos estadounidenses para exportar a dicho
país. Igualmente, El TLC ha puesto a consumidores y productores colombianos a
consumir productos de Estados Unidos, ¡que nosotros mismos producimos!
Y entonces qué sucede:
hecho un negocio chimbo con Estados Unidos, el Gobierno actual, el de turno,
tiene que salir a apagar incendios dándoles subsidios a los campesinos,
reponiendo con la plata del erario la cagada que hicieron los otros, como
cuando uno se tiraba la plata en trago y tenía que coger de la plata de la
matrícula para que le alcance la quincena en Bogotá. Una completa mierda. De
verdad que esos TLC sí son buenos pa’ quebrar los países.
Y es que por estrategia
comercial, y bajo el modelo económico actual, uno NO negocia con una empresa
100 veces más grande que uno. Si usted tiene una microempresa de cocadas, y
quiere venderle cocadas a Carulla, Carulla lo quiebra, téngalo por seguro; le
dan tres pesos por su cocada y ponen TODAS las condiciones. Queda claro,
entonces, que entre países o economías nacionales, es más bien lo mismo ¿no?
Mucha razón tiene el
bruto fundamentalista de Rafael Correa: “no ha habido el primer país que se
haya desarrollado a punta de Tratados de Libre Comercio”.
Ahora pregúntense
ustedes: ¿cuántos campesinos que votaron por Uribe en ambos periodos, son los
que están protestando y recibiendo bolillo del ESMAD por las políticas hijue’
putas de su adorado candidato? ¿Cuántos de estos campesinos no votarán el año
entrante por un candidato de toldas uribistas? Si Uribe quería llevar la paz a
todo el territorio nacional, a los más recónditos rincones del campo colombiano
a través de presencia de la Fuerza Pública ¿qué puta paz es la que están
dejando sus políticas económicas de quebrar al campesino, con todo este mierdero
que se ha armado? ¿Con los lecheros vendiendo su producto a un precio inferior a los 840 pesos
invertidos por cada litro?
Hasta
el arzobispo de Tunja, Monseñor Luis Augusto Castro, invitó al presidente a
observar el paro desde otra perspectiva. Y añadió que apoya la movilización
campesina en Boyacá.
Y la gente se lamenta y
dice: “cómo hace falta el expresidente Uribe”, “esto no pasaría si él
estuviera”, “hay que votar el año entrante por el candidato del expresidente
Uribe”, todo porque además, el bobalicón de turno sale a decir que "aquí
no hay paro". Campesino perjudicao’ o empresario manufacturero beneficiado
por el TLC, fijo allá usted está el año entrante de jeta regalándole su voto al
hijue’ puta ese.
Entonces, no sé,
uribistas; digan algo. Pongan las maricadas que ponen en Facebook ahora que se
les refrescó la memoria de quién es el que negoció ese tratado que tiene a 17
departamentos en paro, 18 vías de la Región Andina bloqueadas, y a ustedes mismos
sin poder viajar y echándole la culpa al muñeco de prueba que le ha tocado
lidiar con la cagada; ¡pffffffff!
Estaba más que anunciado
esto; y todos los que llamaban “guerrilleros” a los que se opusieron a este
oprobio de Tratado, son los primeros en salir a quejarse y a llorar de que el
país está llevao’ del putas “weón”, pidiendo la ayuda del mismito que los metió
en esto.
“La respuesta es
Colombia”.
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